Empacar suena sencillo, pero, en realidad, es todo un arte. Se trata de encontrar el equilibrio entre estar preparado, sin llevarte la casa entera. Y si bien no hay un reglamento universal sobre cómo hacer la maleta, sí hay ciertos tips que uno descubre con el tiempo y la experiencia, que se pasan de viajero a viajero para hacernos a todos la vida un poquito más fácil.
El día de hoy, queremos compartirte esta pequeña guía sobre viajes y maletas, para que tu próxima aventura sea todo un éxito.
Lo más importante, primero que nada, es definir qué tipo de bolso necesitas llevar. Si es un viaje corto, de unos días, probablemente con un bolso pequeño sea más que suficiente. Como estarás rápido de regreso, llevar equipaje de más te resultará incómodo y estorboso.
Por otra parte, si es un viaje largo, tendrás que empacar de manera más robusta, por lo que necesitarás una maleta grande y espaciosa, además del equipaje de mano.
Es importante conocer los límites en tamaño y peso de la línea por la que viajarás. Usualmente, los puedes consultar en su sitio web o en atención a clientes
Una vez identificado el tipo de equipaje, tienes que pensar en cuánto tiempo estarás de viaje, para calcular la cantidad de ropa.
Para viajes de más de una semana, recomendamos llevar entre cuatro y cinco cambios, para irlos lavando y rotando. Esto es, al menos cuatro camisas, pantalones, juegos de ropa interior y pares de calcetines.
También tienes que contemplar al menos dos pares de zapatos (por si uno se moja o se rompe), pijama y objetos de higiene personal, como cepillo y pasta de dientes, jabón, champú y desodorante.
Es muy importante separar lo que debes tener a la mano en todo momento de lo que no, para poder empacar de manera efectiva. El pasaporte, los boletos, la cartera y los electrónicos tienen que estar en tu bolso personal, ya que te los pueden pedir en cualquier momento.
En la maleta, la forma más efectiva de empacar la ropa es enrollándola. Así no solo ahorras espacio, sino que la resguardas de arrugas y daños. Recomendamos poner la ropa más pesada hasta abajo y en las esquinas, para proteger los bordes internos.
Los líquidos tienen que estar en un lugar de fácil acceso, en caso de que te toque una revisión, y siempre es buena idea guardarlos en bolsas, por si a caso.
¡Y listo! Una vez empacado lo esencial, el espacio sobrante es libre. Recomendamos también llevar un buen libro para la espera y una cómoda almohadilla para descansar durante el trayecto